La realidad es la suma de
las infinitas posibles percepciones que puede adoptar el observador.
Cada individuo percibe la realidad de forma diferente. Puesto
que lo que observamos es una ilusión.
Percibimos la realidad tal y como somos. Es más, aquello que
percibimos en el exterior, es un reflejo de nuestro interior.
El exterior es una proyección de nuestro interior, por lo
que en realidad estamos viendo proyectado aquello que creemos. Nosotros somos
lo que creemos que somos e incluso nuestro habitáculo "físico" es
transformado diariamente mediante nuestros pensamientos. Nos percibimos desde una
perspectiva única y personal.
De igual manera percibimos el exterior con nuestro sello
personal, transformándolo a medida que vamos transformando el interior.
Podemos entender entonces que para cambiar nuestra realidad,
debemos cambiar aquello que la crea, es decir, debemos cambiar el interior que
se encarga de percibirla de un modo concreto, proyectando esa realidad, creándola
y atrayendo todo aquello semejante hacia nosotros.
Volveríamos al tema de la sugestión mental para cambiar la
programación subconsciente (ver artículos relacionados: la importancia del
subconsciente y la reprogramación mental).
La percepción de la realidad depende del nivel de consciencia
que tenga cada uno. Y ese nivel de consciencia particular nos llevará a vivir
una realidad con un nivel de frecuencia específico. Nuestra consciencia se
nutre de la información, y cuanta mayor sea mayor, será nuestra capacidad de
percibir el mayor abanico posible de los elementos que conforma el Todo.
En este planeta, podemos apreciar que las realidades que
viven los individuos en el mismo, es muy distinta dependiendo del lugar en el
que habitan. En este planeta coexisten diferentes lugares con niveles de frecuencia
distintos. Eso es debido a los deferentes niveles de consciencia de los seres
que encarnan en los diferentes lugares.
Incluso en un mismo lugar hay subniveles de consciencia
ocupando el mismo espacio, habiendo individuos que viven realidades muy
diferentes en un mismo lugar.
El hecho de haber adquirido la capacidad de viajar y visitar
lugares tan diferentes, ya sea in situ o a través de sistemas de transmisión de
información como la televisión o similares, significa la posibilidad de hacerse
consciente de las diferentes realidades y poder llegar hasta ellas y, tras una
buena observación y análisis, aumentar el grado de comprensión hacia el
prójimo. Es decir, que cuando entendemos que para alguien es tan diferente su
percepción de la realidad en comparación a la nuestra, comprendemos porqué
aunque para nosotros su forma de actuar puede parecernos extraña e ilógica, pues
la misma depende únicamente de la información que tenga para percibir aquella
parte del todo, que para ese individuo es lo único que existe.
La expansión de la consciencia hace que nos hagamos
conscientes de las diferentes realidades y por ello podemos acceder a ellas,
para así ampliar aún mas nuestra consciencia, puesto que todo lo que existe es
parte del Todo, y ello nos permite adquirir conocimientos desde nuevas
perspectivas, desde el punto de vista de otro observador.
Hay una frase que dice: "la belleza está en los ojos
del que mira". Esto quiere decir que todo depende del observador y su
percepción de algo concreto.
Concluyendo, no hay realidad, solamente ilusión, proyección.
Vemos a través de los ojos. Realmente aquello que percibimos, analizado en
profundidad, es vacio. Es sorprendente, pero ello evidencia que se trata de un
especie de proyección holografía.
Pero tiene mucho más sentido de lo que parece. Nuestra misión
es el autoconocimiento, la comprensión de lo que somos. Para ello proyectamos
lo que somos, para verlo desde otra perspectiva, viéndonos delante de nuestros
ojos. Como nos percibimos como partes separadas del Todo, así nos proyectamos y
nos vemos, como algo individual. A medida que vayamos adquiriendo consciencia
de que somos parte de la Unidad, entonces empezaremos a recorrer el camino que
conduce a la integración en la misma. Todo depende de lo que percibamos, así de
simple.
Así que aquello que creemos es lo que vivimos. Si quieres
cambiar algo en tu vida, cree en aquello que quieres. Porque si quieres algo,
pero no lo crees posible interiormente, exteriormente no se hará real para ti.
por último recurriré a la frase: "tanto si crees que
puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto". Todo depende de
lo que creas. Observa lo que percibes y sabrás quien eres. Compréndete a ti
mismo y lo comprenderás todo.
Y recordad que cuando nos hacemos conscientes de que
formamos parte de algo tan grande, de que somos Uno con el Todo, entonces
entendemos que dar es recibir al mismo tiempo y que el amor al prójimo es el
amor a uno mismo.
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