Las relaciones son producto
de la intención de un ser de establecer una conexión con otro ser, en la cual
ambos se conectan y entre ellos se produce un intercambio energético.
En las relaciones se produce un traspaso de energía de un
individuo a otro y viceversa.
Las personas realizan ese intercambio de forma inconsciente.
Cuando se produce una comunicación entre dos personas, se
produce un flujo de energía que circula entre ambas. Ese flujo de energía es el
resultado de la atención que una persona centra en la otra.
Cuando una persona emite una información a otra, el emisor
está mandando energía en forma de información, y el receptor de esa información
devuelve esa energía al emisor en forma de la atención prestada. Prestar
atención es mandar energía al emisor para que tenga suficiente energía para
poder expresar la idea con claridad y sea más fácilmente entendible por el
receptor.
Entre el emisor y el receptor se produce una
retroalimentación continua que hace que la energía de ambos permanezca en
equilibrio.
Si el receptor no tiene interés en la información, deja de
prestar atención con la consiguiente falta de retroalimentación energética hacia
el emisor. El emisor sentirá una dificultad para transmitir la información
debido a que su energía disminuye y se produce un desequilibrio energético.
Las personas, como centros energéticos, tienen dos opciones
a la hora de conectarse a una fuente de energía:
- conectarse a otra
persona o centro energético.
- conectarse al Todo, a
la fuente principal.
Cuando una persona se conecta al Todo, se desconecta automáticamente
de otra individualidad o ser, y se alimenta directamente de la fuente principal
cuya energía es ilimitada. La fuente mantiene a la persona en un estado
energético óptimo. La conexión con la fuente principal atenúa la influencia del
ego con sus respectivos programas. Uno está más cerca de su auténtico ser.
Pero las relaciones entre individuos son necesarias y
aportan aprendizaje, sobre todo porque actúan como un espejo, para así poder
llegar al conocimiento de uno mismo.
Como ya se indicó en el artículos relacionados con el
subconsciente las personas atraen lo semejante, personas similares y con
programas complementarios. Las personas que desempeñan el papel que tienen
programado en el subconsciente y se sienten atraídas por personas que
complementen ese programa, porque supondrá una fuente de energía individual.
Por ejemplo, una persona que lleve un programa de abusador, sentirá atracción
por una persona que lleve un programa de víctima. y viceversa. A nivel
energético el abusador intimidará a la víctima y ésta a través de la sumisión
cederá energía de forma inconsciente al abusador para que se recargue
energéticamente y deponga su actitud. Pero la víctima también juega su papel y
su estrategia para conseguir energía será la de causar pena o lástima al
abusador que devolverá parte de esa energía a la víctima. En este caso concreto
ambas personas se retroalimentan y sus programas se complementan para
equilibrar sus niveles de energía.
Como ven, aunque no percibamos el flujo energético entre las
personas, éste es muy importante para entender el motivo por el cual puede no
gustarnos algún tipo de personas o acción que cometa o que sintamos rechazo
hacia la misma.
Cuando una persona intenta llamar la atención, busca que le
den energía, hecho que se produce en el momento en que alguna o algunas
personas centren su atención en el individuo en cuestión. Esas personas se
enfadaran, no estando interesadas en la información que se les está ofreciendo,
porque entienden que se les está robando la energía.
Si bien la conexión con las personas es de vital importancia
para el autoconocimiento, o conocimiento del programa que lleva cada uno, ya
que de la interacción se puede advertir qué estamos atrayendo y por tanto cuál
es su complemento, es conveniente no convertir estas conexiones en adictivas,
optando en mayor medida la conexión con el Todo o fuente principal.
En la conexión con la fuente principal, también podemos
acceder a información, la cual llega a través de la intuición. Además esta
conexión nos permite mantener un nivel de energía óptimo permitiéndonos elevar
la frecuencia hacia estados de consciencia más elevados, más cerca de nuestra
verdadera esencia.
Las relaciones también pueden convertirse en adictivas
cuando supongan una dependencia. Cuando una persona dice sentirse tan "enamorada"
de otra, por el hecho de no poder vivir sin ella, está manifestando una clara
dependencia hacia la misma, siendo una relación adictiva, sin la cual esa
persona cree no poder satisfacer sus necesidades energéticas.
Permanezcan en equilibrio, no dependan de nadie, puesto que
es una ilusión, ya que esa persona de la que creen depender es parte de usted y
ambos forman parte del Todo del que todos formamos parte. Aléjense de la
ilusión y permanezcan unidos al Todo indivisible.
En consecuencia, podemos establecer que la unión a otra
persona es ilusoria, unión a una parte que no es individual, y es esa ilusión o
percepción errónea de sentirse separado de la Unidad. lo que hace que nos
desconectemos de la fuente inagotable de energía.
Y recordad que cuando nos hacemos conscientes de que
formamos parte de algo tan grande, de que somos Uno con el Todo, entonces
entendemos que dar es recibir al mismo tiempo y que el amor al prójimo es el
amor a uno mismo.
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